Las polaridades del organismo vienen dadas por el flujo continuo de sus diferentes cargas y la interacción entre ellas. En el organismo, como en toda estructura por la cual circula una energía, hay un polo negativo y otro positivo. Es decir, tenemos un circuito eléctrico que está funcionando continuamente. La disfunción de este circuito produce los problemas de salud. El organismo funciona siempre con dos polaridades que son complementarias. Tal como describe la física, toda energía eléctrica que circula genera un campo magnético, lo mismo ocurre en el ser humano. El circuito eléctrico del organismo genera un campo magnético alrededor de nosotros. Este campo electromagnético es el que nos permite actuar sobre el organismo, ya que es capaz de tomar una carga proveniente del exterior y utilizarla para transformar, desbloquear y reequilibrar todos los procesos del organismo.
El tratamiento en Balance Polar se hace mediante filtros. Estos filtros tienen un efecto fotoeléctrico, es decir, la capacidad de desarrollar una corriente eléctrica a partir de la incidencia de la luz. Por lo tanto, también tienen un efecto electromagnético que es específico al color del filtro.
El filtro ejerce una interacción con el organismo para hacer que este desencadene todos los procesos necesarios para volver a un estado de normalidad. El filtro tiene una información específica que el organismo toma y que hace que este se adapte, que se reequilibre, que se organice y que vuelva al estado de salud.
«Cuando en 1905 Albert Einstein publicó su teoría de la relatividad estaba iniciando uno de los más grandes cambios del pensamiento en la historia conocida de la Humanidad.
E = m c 2 fue la bandera del cambio; y la síntesis; y el camino. Pocas veces hasta entonces se había dicho tanto en tan poco espacio. Y el hombre occidental recuperó la Conciencia de la Unidad: él mismo, y todo cuanto existe, pertenecen a la misma esencia, todo es Energía; y la diferencia entre la masa y la energía, entre la mente y el cuerpo volvió a ser sólo la mayor o menor frecuencia vibratoria. El camino de la energía atómica estaba abierto, pero también el camino hacia la Conciencia Universal.
El mundo-máquina, fijo, sujeto a leyes inmutables, se transformó en un mundo-cambio, cuyas características dependían del observador. Más tarde llegaría el mundo-interacción de la Mecánica Cuántica, intuido y casi planteado por Heissemberg en su Principio de la Indeterminación, y donde todo depende de la interacción entre el observador y lo observado,
Pero este cambio en la comprensión del mundo, que ha transformado la tecnología y con ello las costumbres, llegando con sus efectos hasta los últimos rincones del planeta, paradójicamente no ha entrado a formar parte del pensamiento normal del hombre contemporáneo, y menos aún de la Medicina que utiliza toda la tecnología, desarrollada con ese pensamiento, dentro de una visión lineal, mecanicista y dicotomizante desde el siglo XVII.
Balance Polar Electromagnético es una Medicina basada en el manejo de la información y constituida sobre los principios de la Física, que busca reconstruir la Unidad Esencial del Hombre: todo es Uno; todo su ser es sólo esencia con distintos niveles de manifestación; Físico, Mental, Emocional… El campo electromagnético que rodea a cada persona es susceptible de ser impactado con cualquier carga proveniente del exterior y transformado, para bien o para mal, influyendo en todos los procesos. Porque todo está compuesto de átomos que se unen por fuerzas eléctricas, las que a su vez unen a los átomos entre sí para formar moléculas, a éstas para formar estructuras proteicas y con ellas, tejidos y órganos. Todo en el organismo es eléctrico. Toda reacción química es electroquímica, y estas fuerzas actúan porque tienen polaridades, mediante las cuales se unen o se repelen. El trabajar sobre las polaridades, eléctricas o magnéticas, constituye una llave maestra que abre el control de las estructuras y las funciones. Y Balance Polar Electromagnético tiene las técnicas para buscar el equilibrio dinámico de las polaridades del organismo.
Una Medicina capaz de utilizar cualquier técnica que pueda ayudar al Ser Humano, desde la Acupuntura a la Homeopatía, desde los antibióticos hasta las plantas, desde las técnicas manuales hasta el Ayurveda milenario, desde el agua hasta la tierra, desde el alimento hasta el aire. Todo, si se puede convertir en información, llega a ser un valioso instrumento adaptado a las condiciones de cada persona, para darle a cada uno todo lo que necesita, pero sólo lo que necesita. Esta ayuda entregada a través del proceso de polaridad es capaz de transformar su vida, dándole a la Medicina una dimensión que va más allá del control de la enfermedad y abriéndole a su vez un camino de desarrollo personal al Terapeuta, porque nadie puede dar lo que no tiene.
El manejo de la información y el reequilibrio de las polaridades son un camino abierto a todas las posibilidades.»
Francisco Ríos